No puedo ser otra cosa que lo que soy. A estas alturas, no me queda más remedio que admitirlo. Igual que tú.

Rojo*

Esta mañana se ha despertado con ganas de ordenar lo desordenado, encima de la mesa habían un montón de pinturas de colores pero solo ha cogido las rojas, luego ha buscado en los armarios todas las pinturas rojas que tenia, como no eran suficientes ha bajado a comprar y ha recorrido todo el barrio buscando cajas de colores, aunque solo le interesaba el rojo, así hasta que ha conseguido llenar todo su estudio de lápices de colores rojos, guardados cuidadosamente a buen recaudo.

Ahora sabe que mientras tenga todos esos lápices, el corazón estará rojo rojo, no podrá difuminarse ni perder intensidad, porque ira al estudio a por sus pinturas rojas, para que el color del corazón sea igual de intenso siempre, o el mayor tiempo posible.

1 comentario:

Seph~ dijo...

Tiene gracia.

En el armario tengo un saco lleno de lápices rojos. Alpino, de los buenos. Los llevo coleccionando toda la vida, por si alguna vez surge una emergencia...

Así que, si algún día se le acaban las pinturas, puede pasarse a por casa a recoger las mías.

Creo que ya sabe dónde vivo...

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