Por la noche puedo conocer el sonido de mi corazón.
Oigo mi cuerpo vibrar y me alegro por estar aquí.
Y si tengo miedo, puedo gritar. Y abrazarme fuerte contra ti.
Puede ser que algo vaya mal. Algo roto que me haga sufrir.
Pero se que siempre hay un motivo para sobrevivir.
No puedo ser otra cosa que lo que soy. A estas alturas, no me queda más remedio que admitirlo. Igual que tú.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario