The ionic spell

Somos piezas sueltas de un puzzle inacabado. Erramos indefinidamente buscando alguna otra pieza que mínimamente encaje con nosotros porque las demás piezas nos constituyen, nos dan forma y razón de ser. Pero eso nosotros no lo sabemos y buscamos en el espacio y en el tiempo una explicación de nuestra deriva inexplicable. Incluso hemos aprendido con la ordenación del tiempo y sus ritmos a crear nuevos espacios donde seguir buscando más profundamente. Se trata, en efecto, de la música y, por extensión, las demás caras del arte, nuestros grandes aliados. Con el extraño lenguaje de los símbolos nos hablan de aquello que nos rebasa y que nunca podríamos entender de otra forma. Nos hipnotizan, nos acercan al mundo desconocido de cada uno y nos permiten, aunque sólo en determinadas ocasiones, tocarlo. Entonces formamos parte, durante unos instantes, del lugar de donde originariamente pertenecemos, el gran puzzle que nunca pudo ser acabado.

Durante unos instantes sentimos el hechizo jónico.

The Ionic Spell (Standstill)